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El Gobierno aprueba la implantación de sistemas inteligentes de transporte en el sector del transporte por carretera
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El Consejo de Ministros ha incorporado la Directiva comunitaria de 2010 sobre sistemas inteligentes de transporte al ordenamiento jurídico español. La transposición de esta norma en España, según explica la página web de La Moncloa, contribuirá a servir mejor a los intereses de los usuarios, a dar respuesta a las necesidades de transportistas y operadores, a abrir oportunidades a trabajadores y empresas, a proporcionar nuevos servicios y de más calidad a los ciudadanos y, especialmente, a mejorar el nivel de la seguridad vial en toda clase de vías públicas de nuestro país. A continuación se recoge el contenido íntegro de esa comunicación:
"La citada Directiva comunitaria de la Unión Europea fija cuatro ámbitos prioritarios y seis acciones preferentes sobre los que se centrarán los esfuerzos de normalización y coordinación en toda la Unión. Van desde el suministro de información sobre tráfico en tiempo real, pasando por determinar cuál es el mínimo de información que en todo caso será gratuita para el usuario, hasta la implantación del sistema de llamada de emergencia denominado "e-call".
Sistema de emergencia "e-call"
Este último puede ser el ejemplo más relevante por su repercusión directa en todos los ciudadanos. En los próximos años, en principio a partir de 2015, todos los vehículos que se comercialicen en el territorio de la Unión Europea incorporarán de fábrica este sistema, en virtud del cual, si se produjera un accidente, un sensor incorporado, por ejemplo, al desplegarse el airbag, activará un mecanismo que, a través de la telefonía móvil, enviará, automáticamente y sin intervención humana, los datos del vehículo y su ubicación geográfica al Centro de Emergencias 112. Se activarán, así, de forma inmediata los servicios de asistencia sanitaria, policía, bomberos, etcétera, de modo que los posibles heridos sean atendidos rápidamente. Hay que recordar que la probabilidad de supervivencia de los heridos graves disminuye enormemente cuando transcurren más de veinte minutos entre el accidente y la atención médica).
Con ello se conseguirá mejorar la seguridad vial en toda clase de vías públicas. Además, al actuar con mayor prontitud se podrán adoptar medidas para reducir la duración y la longitud de las retenciones que sufren el resto de los usuarios, con el consiguiente ahorro de tiempo que también supone ahorrar dinero. Y, por último, al disminuir el número de vehículos afectados por el atasco y la duración de éste, se evita el incremento de emisiones contaminantes añadidas generadas por aquellos.
Aplicaciones prácticas
Los Sistemas Inteligentes de Transporte (SIT) son el conjunto de aplicaciones prácticas que incorpora las tecnologías de la información y de las comunicaciones de manera integrada en los vehículos y en las infraestructuras, con objeto de mejorar la seguridad vial, la gestión del tráfico y del transporte, y la capacidad de los usuarios para elegir de qué manera hacen un viaje. Aunque este concepto abarca todos los modos de transporte (aéreo, marítimo y terrestre), su principal desarrollo y donde más impacto tendrá a nivel social en los próximos años, será en este último.
En los últimos veinte años, estos Sistemas han transformado el modo de abordar la mejora de la seguridad vial en las vías públicas, la manera en que las autoridades gestionan la movilidad, el modo en que las empresas organizan el transporte de mercancías y las facilidades que tienen los ciudadanos a la hora de conocer cómo pueden desplazarse y cuánto tiempo tardarán en hacerlo.
Las numerosas iniciativas públicas y privadas puestas en práctica en este campo han tenido un carácter aislado y diferente en unos países y en otros, alcanzando ya un importante grado de desarrollo en numerosas ciudades y amplios territorios.
Mejoras de la seguridad vial
Los resultados de todas ellas en su conjunto han puesto en evidencia que la aplicación de los Sistemas Inteligentes de Transporte en el transporte terrestre y, sobre todo, las centradas en la movilidad a lo largo de las vías públicas, contribuye a mejorar de forma sustancial los niveles de seguridad vial, a reducir la congestión del tráfico y a disminuir la contaminación ambiental generada por el uso de los vehículos.
Pero, además, abre una oportunidad a las empresas, tanto al sector industrial que desarrolla tecnologías en este campo, como a las que las utilizan en sus productos (fabricantes de vehículos), a las que lo hacen en sus operaciones habituales (logística y distribución de mercancías), a las de telecomunicaciones que proporcionan el soporte técnico para la transmisión de la información y a las que facilitan servicios finales que son útiles para los ciudadanos (navegadores, páginas web, etcétera). Y estas oportunidades empresariales son potenciales puestos de trabajo, en su mayor parte de media y alta cualificación.
Eliminación de baremos territoriales
La Directiva comunitaria de 2010 establece el marco general que hará posible la extensión y el uso de estos sistemas de una manera coordinada en el territorio de la Unión, eliminando todo tipo de barreras que frenen este despliegue. Estas barreras no son sólo las derivadas de las fronteras entre Estados, sino también las de los límites territoriales administrativos internos, los ámbitos competenciales que distinguen entre vías urbanas e interurbanas, las barreras normativas, etcétera, para conseguir que aquello que es posible técnicamente, y cuyos efectos son positivos para los ciudadanos europeos, también lo sea legalmente, al mismo tiempo que se garantiza siempre el respeto a los principios de protección de la intimidad a nivel individual y colectivo".
Fuente: La Moncloa
Tras la aprobación de la Directiva por el Consejo de Ministros, el próximo paso, a más tardar el 27 de febrero de 2013, será la definición por parte de la Comisión Europea de las especificaciones necesarias para proceder a la implantación efectiva de estos sistemas.
:: Real Decreto 662/2012, de 13 de abril.